¿Qué Son las Cláusulas Abusivas?
En los contratos hipotecarios, es común que existan cláusulas que favorecen de manera desproporcionada a las entidades financieras en detrimento de los consumidores. A lo largo de los años, muchas de estas cláusulas han sido consideradas abusivas por los tribunales y la legislación, y ha permitido a los consumidores reclamar estas cláusulas abusivas. A continuación, se describen algunas de las principales:
Cláusula suelo
La cláusula suelo establece un interés mínimo que el cliente debe pagar, incluso si el tipo de interés de referencia (por ejemplo, el Euríbor) baja por debajo de ese límite. Esta práctica fue muy utilizada en la época en la que los intereses de los préstamos hipotecarios cayeron considerablemente, impidiendo que los prestatarios se beneficiaran de la reducción.
Cláusula de vencimiento anticipado
Esta cláusula permite a la entidad bancaria exigir la devolución total del préstamo si el prestatario incumple en el pago de una o pocas cuotas. Muchos tribunales han considerado abusivo que el banco pueda ejecutar la hipoteca tras impagos mínimos sin tener en cuenta la capacidad del cliente para regularizar su situación.
Cláusula de intereses moratorios abusivos
Los intereses de demora son las penalizaciones impuestas por el impago de una cuota. En muchas hipotecas, estos intereses han sido fijados en niveles desproporcionadamente altos (superiores al 20% anual), lo que fue declarado abusivo por el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE), permitiendo reclamar estas cláusulas abusivas.
Cláusula de gastos hipotecarios
Algunas entidades de crédito cargaban al prestatario todos los gastos relacionados con la constitución de la hipoteca, incluyendo notaría, gestoría, registro de la propiedad y el impuesto de actos jurídicos documentados. Sin embargo, los tribunales han dictaminado que estos gastos deben ser compartidos equitativamente entre ambas partes, ya que el banco también se beneficia de estos servicios.
Cláusula de Comisión de Apertura
La comisión de apertura de una hipoteca es un cargo que las entidades financieras aplican al inicio del préstamo para cubrir supuestos gastos de estudio y tramitación del crédito. Se calcula como un porcentaje del importe total del préstamo y se cobra al momento de formalizar el contrato. Se considera abusiva cuando no está debidamente justificada, tal y como os explicamos en otro de nuestros artículos, o cuando el banco no acredita que ha incurrido en costos reales asociados al estudio o gestión del préstamo.
Cláusula IRPH (Índice de Referencia de Préstamos Hipotecarios)
El IRPH es un índice que se utilizaba como referencia para calcular el interés de muchas hipotecas, y en muchos casos resultaba más caro que otros índices, como el Euríbor. A pesar de que ha sido objeto de polémica, los tribunales han instado a analizar caso por caso si la entidad informó adecuadamente sobre sus riesgos.
Cláusula multidivisa
Este tipo de cláusula permite contratar hipotecas en monedas extranjeras, lo que puede generar grandes fluctuaciones en las cuotas debido a las variaciones en el tipo de cambio. Muchas veces, estas hipotecas se vendieron sin explicar adecuadamente el riesgo inherente a la fluctuación de las divisas.
Las cláusulas abusivas en los contratos hipotecarios han sido objeto de numerosos litigios y resoluciones judiciales a lo largo de los años, especialmente tras la crisis financiera. Es fundamental que los consumidores estén bien informados antes de firmar un contrato hipotecario y que se aseguren de que todas las condiciones sean justas y transparentes. Asimismo, los avances en la legislación y las decisiones judiciales continúan protegiendo los derechos de los prestatarios frente a abusos bancarios.
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